
A pesar de la latente amenaza científica de que otra vez el sismógrafo agarre papa como aquel histórico veintisiete de febrero recién pasado, he observado en estos días post terremoto, como los talquinos están tratando de seguir sus rutinas y se ríen de esta desgracia en los pocos lugares que quedaron habilitados para evadirnos de todo el polvo que nos envuelve. Ver a otros coterráneos con una sonrisa me da un golpe de coraje enorme, y tomo fuerza y ya no creo, si no que tengo la certeza de que esto pasará.
Pero tuve la pésima suerte de leer un post del bloguero más desahuciador en la historia de las críticas. Una mezcla de Fernando Villegas (sin tanto argumento) y Woody Allen (sin tanta maestría, por supuesto) Para que quede claro, hablo de un pesimista fatal. Por que no eran criticas al tardío accionar del gobierno, la negligencia del SHOA y la ONEMI, la falta de cultura sísmica, los saqueadores, los inescrupulosos especuladores…no. Este compadre estaba en contra hasta de la fe con la que cualquiera pudiera enfrentar estos eventos de la naturaleza.
No se trata de ser positivista-extremo-insoportable, pero estamos pasando por días en los que se necesita por último inventar la esperanza.Tantos compatriotas que se quedaron con poco más que la ropa que llevan puesta necesitan aferrarse de algo. Sinceramente me da lo mismo que bombardeen la televisión con teletones, aranedas, camiroagas, onnetos, si el circo sirve para construir viviendas de emergencia. Me da igual que un porcentaje considerable de miembros de Un Techo para Chile sean niños lindos ABC1 si igual parten a armar mediaguas a cualquier lugar del país. Criticar eso para mí ya no es encontrar que más criticar. Por suerte este mino como crítico tiene el mismo futuro que Tomás Mocciatti en concurso de simpatía, y nadie, salvo yo y un par de pelmazos más podrían haberle dado un poco de tribuna.
Pero tuve la pésima suerte de leer un post del bloguero más desahuciador en la historia de las críticas. Una mezcla de Fernando Villegas (sin tanto argumento) y Woody Allen (sin tanta maestría, por supuesto) Para que quede claro, hablo de un pesimista fatal. Por que no eran criticas al tardío accionar del gobierno, la negligencia del SHOA y la ONEMI, la falta de cultura sísmica, los saqueadores, los inescrupulosos especuladores…no. Este compadre estaba en contra hasta de la fe con la que cualquiera pudiera enfrentar estos eventos de la naturaleza.
No se trata de ser positivista-extremo-insoportable, pero estamos pasando por días en los que se necesita por último inventar la esperanza.Tantos compatriotas que se quedaron con poco más que la ropa que llevan puesta necesitan aferrarse de algo. Sinceramente me da lo mismo que bombardeen la televisión con teletones, aranedas, camiroagas, onnetos, si el circo sirve para construir viviendas de emergencia. Me da igual que un porcentaje considerable de miembros de Un Techo para Chile sean niños lindos ABC1 si igual parten a armar mediaguas a cualquier lugar del país. Criticar eso para mí ya no es encontrar que más criticar. Por suerte este mino como crítico tiene el mismo futuro que Tomás Mocciatti en concurso de simpatía, y nadie, salvo yo y un par de pelmazos más podrían haberle dado un poco de tribuna.
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