Mi pieza está en un segundo piso. Gracias a esto tengo una vista bastante privilegiada de los cerros que limitan Talca al lado oeste.
Cada año se pueblan más estos lugares, con merodeadores cansados de lo citadino, por lo que no es difícil ver en las noches un montón de destellos adornando el lugar. Suben y bajan autos, las casas prenden y apagan sus focos, representados todos con luces de distintos colores que contornean el cerro en torno a ciertos puntos. (Por capricho de misterioso origen me declaro fanática de la luz. Las velas, los faroles, las ampolletas solteras o casadas con alguna lámpara….amo la luz cualquiera sea su forma de generación)
Hace unos años atrás un visionario de prontuario desconocido para mí, decidió construir unas cabañitas para amar en el cerro en cuestión cuyas luminarias se prenden y se apagan a lo largo de toda la noche.
Yo insomne me entretengo a veces contando los autos que suben y se detienen en las instalaciones del motelcito. Algunas noches a determinada hora cuento 0, pero otras a la misma hora cuento 5.
Me alegran las luces intermitentes del motel, por que me doy cuenta que en los momentos en los que yo me desvelo existen más personas en mi misma situación.
Cada año se pueblan más estos lugares, con merodeadores cansados de lo citadino, por lo que no es difícil ver en las noches un montón de destellos adornando el lugar. Suben y bajan autos, las casas prenden y apagan sus focos, representados todos con luces de distintos colores que contornean el cerro en torno a ciertos puntos. (Por capricho de misterioso origen me declaro fanática de la luz. Las velas, los faroles, las ampolletas solteras o casadas con alguna lámpara….amo la luz cualquiera sea su forma de generación)
Hace unos años atrás un visionario de prontuario desconocido para mí, decidió construir unas cabañitas para amar en el cerro en cuestión cuyas luminarias se prenden y se apagan a lo largo de toda la noche.
Yo insomne me entretengo a veces contando los autos que suben y se detienen en las instalaciones del motelcito. Algunas noches a determinada hora cuento 0, pero otras a la misma hora cuento 5.
Me alegran las luces intermitentes del motel, por que me doy cuenta que en los momentos en los que yo me desvelo existen más personas en mi misma situación.