21 septiembre 2008

Isla 10 - Sergio Bitar


El libro “Isla 10” estaba en mi casa hace mucho tiempo. Se lo había prestado un ex pololo a mi hermana que estudia derecho para analizar una sentencia (Ojala que este post no lo lea el ex de mi hermana por que probablemente quiera recuperar el libro, lo venga a buscar y seguro que queda la media embarrada por que no terminaron muy en buena)

Yo decidí leerlo por que Pablo Larraín (director de cine chileno) tiene como próximo proyecto filmográfico realizar una especie de retrato de todo lo ocurrido durante el Golpe Militar en la Isla Dawson, uno de los tantos lugares destinados a actuar como campos de concentración para prisioneros de guerra, basándose en el libro de Bitar.
(Me cae bien Pablo Larraín, desde que le pidió la colaboración a Spinetta para la banda sonora de “Fuga”)

Sergio Bitar, quien se encontraba ejerciendo como Ministro de Minería en el gobierno de la UP, fue llamado a presentarse, junto con una larga lista de simpatizantes y colaboradores de Allende, dos días después del Golpe al Ministerio de Defensa Nacional por la Junta de Gobierno de las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile. Al mismo momento de presentarse ya se transformaba en prisionero político, en su caso con destino a Isla Dawson, al otro lado del estrecho de Magallanes.

No les voy a hacer una síntesis ni nada por que lo que pretendo es que lo busquen en alguna feria de libros usados y lo lean, pero para motivarlos (pocos pero estimados lectores) les voy a contar que yo flipé con varias cosas:

1.- Primero me emocionó ese deseo tan poderoso de querer vivir, que sólo nace cuando uno está en circunstancias límites, cumpliendo la premisa de Víctor Jara de que no se puede volver atrás, que sólo nos queda seguir.
2.- La imaginativa de los prisioneros bordeaba el cielo, tallando piedras de río con un enorme talento escondido.
3.- La necesidad de ocupar la mente con conocimientos hizo que los prisioneros lucharan por que se les otorgara un poco de tiempo para poder realizar seminarios de temas como Física Cuántica, Economía, Cibernética, etc. Se desbordaba el deseo de saber estableciendo clases de idiomas en donde los que dominaban uno, les enseñaban a los otros. Bitar enseñó francés y otros compañeros enseñaron alemán e italiano.
4.- La ignorancia total, partiendo por lo oficiales, llegando a censurar libros como “La revolución de la ciencia” o uno que hablaba del Cubismo. El primero por que hacía alusión a una revolución y el segundo por ser considerado castrista.
5.- Miguel Lawner, de profesión arquitecto, durante todo el tiempo que permaneció como prisionero, dedicaba los pocos ratos libres en dibujar la situación del campamento. Terminado el Golpe, fueron recolectados todos los dibujos y editados en el exterior bajo el título de “¡Venceremos!”

Para los más literatas, la redacción quizás aburra por la simpleza y la poca pretensión (literatos dicen: “Como escritor, Bitar, eres buen político”) Para los que no somos tan intelectualoides se cumple con el objetivo de que la mayoría pueda comprender e interiorizarse con nuestra historia sin tanto recurso literario.
Es muy nostálgico, histórico, con unas cuantas pinceladas muy intimas del autor que da la sensación de estar leyendo un diario de vida.

“Isla 10”. Sergio Bitar.
Editorial Pehuén, año 1987.