Es facilisimo desconcentrarse cuando a tientas el sol trata de asomarse por entre las nubes después de un apasionado día de lluvia. La vista purificante (parece que ni una partícula de humo existiese) el aire fresco y puro, el olor de la tierra mojada… En un día así, calcadito, hace 10 años, iba con mi mamá caminando por el centro. Tenía 12 años, y hacía mucho frío (típico después de un día de lluvia en Talca) Llevaba una chaqueta gruesa, un gorro con chiporro, bufanda y guantes (lo bastante abrigada para que sólo mis ojos sintieran el gélido viento)
- Sarita, Apúrate! que vamos atrasadas!
Lejos de importarme el apuro de mi querida mamá, me detuve a observar a un tipo que me llamó mucho la atención. Era un hippie, de pelo rizado color miel, largo y desordenado que vendía artesanias y en una radio antigua escuchaba música, particularmente una canción muy estilosa, muy setentera, que habría jurado no almacenar en mis precoces anales musicales ( y eso que a esa edad me defendía bastante en temas de música setentera, debido a las influencias de la matriarca de mi familia)
- Hola, chiquitita! ¿Quieres comprarme algo?
- Mmmm, jejejeje….. La verdad no. Es que ...... me podrías hacer un favor?- le pregunté.
- Quieres que te haga unos aros especiales?- se apresuró en decir el hippielais
- No, es que, tu sabes como se llama la canción que suena en tu radio?
- Qué canción?..... Aaaaaa, sí, por supuesto.
- Me puedes decir?- pregunté nuevamente con una ingenuidad que un niño de 12 años de la era 2009 no tiene.
- Te digo, pero si primero, me compras algo.
- No tengo plata- dije honestamente
- Pídele a tú mamá, que ahí viene.
En eso llegó mi mamá a buscarme, media enojada por no seguirla en su apuro.
- Qué miras tanto, Sara??, vamos andando!
Rápidamente investigué bien en mi bolsillo y encontré $500 que mi papá me había dado hace tiempo para comprarme unos cuantos sobres para mi álbum de los backstreet boys. Decidí sacrificarlos en pos de sacar del anonimato a tremendo tema que ya me estaba volviendo loca. Le compré un pinche.
- Gracias por tu compra, pero el nombre de la canción no lo sé.
(Ahora que lo pienso, qué iba a saber ese ignorante el nombre de semejante canción, ese hippie que de hippie tenía sólo la facha)
- Ya voy mamá- respondí muy decepcionada.
- Oye, Sari! ¿Qué tanto le mirabas al tipo de las artesanias?
- Un pinche.
- Y te fijaste en el tema que estaba escuchando?
- Si!!!!!!! ¿Por qué, mamá?- pregunté ilusionada
- Por que es buenisimo y lo tengo grabado en un cassette.
Teniendo una excelente fuente al alcance de mi mano, mi mucha-cabeza-loca se inclinó ante la opción de informarse por medio de un deshonesto-mal oliente total desconocido.
A todo esto, el nombre del tema: Ain’t No Stoppin us now /McFadden & Whitehead
Ni les cuento como bailé combatiendo el frío de nuestros tan poco compasivos inviernos talquinos.
- Gracias por tu compra, pero el nombre de la canción no lo sé.
(Ahora que lo pienso, qué iba a saber ese ignorante el nombre de semejante canción, ese hippie que de hippie tenía sólo la facha)
- Ya voy mamá- respondí muy decepcionada.
- Oye, Sari! ¿Qué tanto le mirabas al tipo de las artesanias?
- Un pinche.
- Y te fijaste en el tema que estaba escuchando?
- Si!!!!!!! ¿Por qué, mamá?- pregunté ilusionada
- Por que es buenisimo y lo tengo grabado en un cassette.
Teniendo una excelente fuente al alcance de mi mano, mi mucha-cabeza-loca se inclinó ante la opción de informarse por medio de un deshonesto-mal oliente total desconocido.
A todo esto, el nombre del tema: Ain’t No Stoppin us now /McFadden & Whitehead
Ni les cuento como bailé combatiendo el frío de nuestros tan poco compasivos inviernos talquinos.