Miró su reloj: “Las ocho pe eme”. Dejó de estudiar para la prueba del día siguiente y se puso en dirección al teatro. Tenía agendado un concierto allí, el grupo de Martín tocaría sus blues. Hacía un mes que había comprado la entrada, sin saber si era por masoquismo, por amor, sin saber por qué.
Las butacas estaban lo suficientemente vacías como para poder elegir la que se le viniera en gana. Faltaban 15 minutos para que comenzara a sonar la música, entonces optó por observar al respetable poco público que se encontraba disperso por todos lados. En eso vio a lo lejos a un ex - ex, que atoraba de besos a la desafortunada actual. Se hizo la desentendida y un chiquillo de particulares bigotes se sentó a su lado.
- ¿No está ocupado, cierto?- le preguntó.
- No. Para nada- respondió sonriendo Violeta.
“…Con ustedes: Martín Cassaretto Trío” se escuchó con una voz grave por los parlantes. Se apagaron las luces generales. Se prendieron las de la escena musical.
De ahí en adelante era ella y el escenario. Luego ella y la banda. Después ella y la música, decantando todo en ella y Martín. “¡Maldición! No puedo volver a enamorarme de Martín, mejor me voy!”- pensó.
- Disculpe me podría dar permiso.
- ¿Se va?- preguntó el tipo de los particulares bigotes.
- Sí.
- Pero está lloviendo muy fuerte.
- Los colectivos pasan cerca…
- Yo ando en auto. Si quiere podría ir a dejarla a su casa.
- No, gracias, no se preocupe, no es la primera vez que ando sola mientras llueve.
Se marchó, con una sutil complacencia producto de la preocupación que había despertado en el de los particulares bigotes. Paró la lluvia e instantáneamente ya no quiso seguir con sus planes. Martín no la volvería a abrumar, así que se le ocurrió devolver sus pasos al teatro, en una de esas el concierto aún no terminaba o mejor aún podría encontrarse con el tipo de los particulares bigotes. “Ni siquiera le pregunté como se llamaba, y tan amable que fue conmigo” Apuró sus pasos. El concierto había terminado y la gente estaba saliendo. Empezó a buscar al tipo de los bigotes, con un desespero que no sabía de dónde le nacía. Lo encontró, ni más ni menos que conversando con los integrantes de la banda. Lo miró y esperó a que algo la impulsara a dirigirle la palabra. Una especie de señal clarividente que le diera la venia, pero no fue necesario. El de los bigotes se anticipo y percatándose que era objeto de observación se volteó y la vio. Le sonrío con extrañeza.
- ¿Y tu no te habías ido?- le preguntó.
- Es que paró la lluvia y pensé que sería una estupidez desperdiciar una cita previamente planificada con el teatro.
- Pero llegaste tarde, acabó todo. Aunque te podría ayudar a darle trama a tu regreso.
- ¿En serio? Y ¿cómo?- respondió dudosa, Violeta.
- Te invito a escuchar música. Conozco a los chicos de la banda, somos compañeros de universidad, y van a tocar en el barcito nuevo, que se instaló dos cuadras más abajo- Hizo una pausa y prosiguió- Me llamo Cristián y ¿tu?
- Me llamo Violeta, y me da mucho gusto conocerte.
- El gusto es mío.
Las butacas estaban lo suficientemente vacías como para poder elegir la que se le viniera en gana. Faltaban 15 minutos para que comenzara a sonar la música, entonces optó por observar al respetable poco público que se encontraba disperso por todos lados. En eso vio a lo lejos a un ex - ex, que atoraba de besos a la desafortunada actual. Se hizo la desentendida y un chiquillo de particulares bigotes se sentó a su lado.
- ¿No está ocupado, cierto?- le preguntó.
- No. Para nada- respondió sonriendo Violeta.
“…Con ustedes: Martín Cassaretto Trío” se escuchó con una voz grave por los parlantes. Se apagaron las luces generales. Se prendieron las de la escena musical.
De ahí en adelante era ella y el escenario. Luego ella y la banda. Después ella y la música, decantando todo en ella y Martín. “¡Maldición! No puedo volver a enamorarme de Martín, mejor me voy!”- pensó.
- Disculpe me podría dar permiso.
- ¿Se va?- preguntó el tipo de los particulares bigotes.
- Sí.
- Pero está lloviendo muy fuerte.
- Los colectivos pasan cerca…
- Yo ando en auto. Si quiere podría ir a dejarla a su casa.
- No, gracias, no se preocupe, no es la primera vez que ando sola mientras llueve.
Se marchó, con una sutil complacencia producto de la preocupación que había despertado en el de los particulares bigotes. Paró la lluvia e instantáneamente ya no quiso seguir con sus planes. Martín no la volvería a abrumar, así que se le ocurrió devolver sus pasos al teatro, en una de esas el concierto aún no terminaba o mejor aún podría encontrarse con el tipo de los particulares bigotes. “Ni siquiera le pregunté como se llamaba, y tan amable que fue conmigo” Apuró sus pasos. El concierto había terminado y la gente estaba saliendo. Empezó a buscar al tipo de los bigotes, con un desespero que no sabía de dónde le nacía. Lo encontró, ni más ni menos que conversando con los integrantes de la banda. Lo miró y esperó a que algo la impulsara a dirigirle la palabra. Una especie de señal clarividente que le diera la venia, pero no fue necesario. El de los bigotes se anticipo y percatándose que era objeto de observación se volteó y la vio. Le sonrío con extrañeza.
- ¿Y tu no te habías ido?- le preguntó.
- Es que paró la lluvia y pensé que sería una estupidez desperdiciar una cita previamente planificada con el teatro.
- Pero llegaste tarde, acabó todo. Aunque te podría ayudar a darle trama a tu regreso.
- ¿En serio? Y ¿cómo?- respondió dudosa, Violeta.
- Te invito a escuchar música. Conozco a los chicos de la banda, somos compañeros de universidad, y van a tocar en el barcito nuevo, que se instaló dos cuadras más abajo- Hizo una pausa y prosiguió- Me llamo Cristián y ¿tu?
- Me llamo Violeta, y me da mucho gusto conocerte.
- El gusto es mío.
2 comentarios:
Es una historia que mas de alguno quisiera contar.
Me gustó harto, me emocioné mucho cuando Violeta volvió al teatro. Pero me quedo una sensación de algo inconsluso, por que después de eso qué? esto tiene segunda parte? Muy buena redacción.
saludos!
Hubiese sido interesante que Violeta hubiese observado más su entorno; al llegar, al salir y al volver. Siento que se quedó con haber visto al "ex".
Creo pertinente elaborar una mejor descripción, muchos detalles, menudeces que puedan dar hasta el aroma de lo que se lee.
Otherwise, linda historia.
Cheers.
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