03 julio 2010

Por enésima vez.

Por enésima vez Ernesto dejaba plantada a Isabel.
Isabel había dicho claramente que si esta vez no llegaba mejor que olvidara lo de ellos. Y ¿Qué era lo de ellos?
Isabel no era rubia ni de ojos claros, pero tenía una mirada intensa que lo hacía dudar eternamente entre amarla o temerle.
“Un día de estos no te buscaré más”, solía decirle Isabel, ante lo cual Ernesto no sabía si entristecerse o saltar de felicidad.
Desconocía lo que le producía en el corazón Isabel. Cuando la miraba de lejos moría de amor. Cuando la miraba de cerca moría…pero de miedo.

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