Durante casi 6 días he estado pensando en algo que escribir para dar el pláceme a este 2010 con un texto decente, pero la verdad es que estos días de enero, mes que auguraba ser de lo más fome, han resultado todo lo contrario: de lo más entrete, por lo que no me queda tiempo ni siquiera para pensar.
No. Eso último es broma.
Son excusas simplistas para justificar mi falta de inspiración y creatividad este año. Y con esto no quiero decir que soy la mujer más inspirada y creativa, pero al menos hace unos meses podría haber hecho el intento con otro de mis simples cuentos en 100 palabras. Partí este nuevo año sin que me fluyan las frases ni siquiera para darle la bienvenida.
Pero en fin, no todo es tan malo. Si en la realidad mi mucha cabeza loca no me da, en los sueños he escrito hasta libros. Anteayer, por ejemplo, soñé que escribía un libro. Una editorial quedaba encantada y muchos ilustradores querían trabajar conmigo pero la imprenta que haría las copias se había quedado sin hojas. Frente a esta situación salía muy enojado el dueño de la imprenta quien me gritaba que no tendrían hojas hasta mil años más por que el planeta se había desforestado con tantos premios Nobel. “Ah, miércale!” le decía yo.
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No. Eso último es broma.
Son excusas simplistas para justificar mi falta de inspiración y creatividad este año. Y con esto no quiero decir que soy la mujer más inspirada y creativa, pero al menos hace unos meses podría haber hecho el intento con otro de mis simples cuentos en 100 palabras. Partí este nuevo año sin que me fluyan las frases ni siquiera para darle la bienvenida.
Pero en fin, no todo es tan malo. Si en la realidad mi mucha cabeza loca no me da, en los sueños he escrito hasta libros. Anteayer, por ejemplo, soñé que escribía un libro. Una editorial quedaba encantada y muchos ilustradores querían trabajar conmigo pero la imprenta que haría las copias se había quedado sin hojas. Frente a esta situación salía muy enojado el dueño de la imprenta quien me gritaba que no tendrían hojas hasta mil años más por que el planeta se había desforestado con tantos premios Nobel. “Ah, miércale!” le decía yo.
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Ayer se me hizo tira la hebilla de una chalita y fui al zapatero. Se llamaba Juan. Muy amablemente y con mucha maestría compuso el desarreglo. Me estaba yendo cuando baja del segundo piso de la zapatería una mujer. Era una mujer muy simple, con el pelo al aire, muy despreocupada y muy alegre. Tuve la sensación de haberla visto en otro lado (como fisonomista podrían darme un Nacional) pero esta vez no tuve la capacidad de recordar donde. “Yo la he visto en otro lado” –le dije, “¿¿En serio??” –me preguntó curiosa. De pronto recordé todo. ¡¡¡Era la Señora de los Cierres!!!
Flash Back: Verano 2007. Me iba a Rancagua a ver a la Chechu. Como soy un poquitín quemadita el bolso con el cual viajaría tenía malo el cierre. Fui a una cordonería y estaba esta señora. “Esto va a estar listo pasado mañana, vuelva para entonces” Volví, no estaba listo, pero la señora de los cierres era tan simpática y tan buena para hablar, que me daba lo mismo esperar, así que mientras me arreglaba el bolso conversabamos miles de cosas. Yo preguntaba y me respondía con respuestas extensas, muy profundas y analíticas hasta que de pronto la conversación se puso más interesante aún:
- ¿Le cuento un secreto, señorita?
- Dele no más
- Estoy enamorada de Juan.
- ¿Quién es Juan?
- Juan es un amigo. Somos amigos hace más de 20 años.Tiene una hija grande, es viudo y trabaja en una zapatería.
Caramba! Mientras pagaba deduje todo. Existía una alta probabilidad que el "Don Juan" que me arreglo mis chalitas fuese el mismo "Don Juan" amor de la Señora de Los Cierres.
Flash Back: Verano 2007. Me iba a Rancagua a ver a la Chechu. Como soy un poquitín quemadita el bolso con el cual viajaría tenía malo el cierre. Fui a una cordonería y estaba esta señora. “Esto va a estar listo pasado mañana, vuelva para entonces” Volví, no estaba listo, pero la señora de los cierres era tan simpática y tan buena para hablar, que me daba lo mismo esperar, así que mientras me arreglaba el bolso conversabamos miles de cosas. Yo preguntaba y me respondía con respuestas extensas, muy profundas y analíticas hasta que de pronto la conversación se puso más interesante aún:
- ¿Le cuento un secreto, señorita?
- Dele no más
- Estoy enamorada de Juan.
- ¿Quién es Juan?
- Juan es un amigo. Somos amigos hace más de 20 años.Tiene una hija grande, es viudo y trabaja en una zapatería.
Caramba! Mientras pagaba deduje todo. Existía una alta probabilidad que el "Don Juan" que me arreglo mis chalitas fuese el mismo "Don Juan" amor de la Señora de Los Cierres.
Y por qué estaban ahora trabajando juntos?
Y por qué la Señora de los Cierres estaba tan contenta?
No quise preguntar nada más, de repente peco de indiscreta, pero algo había ahí, se respiraba en el aire.
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Y por qué la Señora de los Cierres estaba tan contenta?
No quise preguntar nada más, de repente peco de indiscreta, pero algo había ahí, se respiraba en el aire.
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Hoy en la mañana en la 1 sur con 5 oriente una niña le explicaba a otra por qué en segunda vuelta debía votar por Sebastián Piñera: “ Cacha!, están regalando pulseritas de colores. Viste que hay que votar por Piñera, no seai' lesa”. PLOP!
1 comentario:
Los cierres y los zapatos son totalmente compatibles ;)
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