“TALCA: Difícil gustar de ese pueblo demasiado grande para pueblo y demasiado chico para ciudad. Chato, caluroso, sofocante, aburrido, repleto de gente arrogante que sigue suspirando por su calidad de segunda ciudad en tiempos de colonia (…)”
Fernando Villegas / Diccionario Histérico de Chile.
Yo soy nacida y crecida en Talca. Casi 22 años recorriendo cada camino de este lugar del cual me nacen tan pocos adjetivos. Porque debo decirlo: por Talca no me nace nada, no hay forma que esta zona logre seducirme por ningún lado.
Vengo llegando del Sur y honestamente el reencuentro con esta ciudad fue bastante frustrante y ni siquiera lo digo por el calor (inenarrable) si no porque es una ciudad fea. Así de simple. Como silvestre ciudadana no veo un real interés por embellecer los lugares, sólo percibo deseos de hacer pasarelas que sólo logran un Talca en tono sepia. No hay ciclovías, no hay diversidad de buenos colegios, en las calles hay basura, el comercio es un chiste, no hay museos, la vida cultural está si no muerta en la UTI, el Terminal de buses huele a baño de Pronto Copec y el smog del que años atrás sólo oíamos como problema eterno en Santiago se instaló con todo en este territorio baldío de rincones mágicos.
¿Será que soy una malagradecida con la tierra que ha sido protagonista de mi andar?
Quizás, no lo sé, pero si sé que no he logrado echar raíces. De niña creía que sí, que aquí lo tenía todo, aunque bastó que saliera de la burbuja para darme cuenta de la realidad, que Talca no crece en calidad sino en cantidad.
Un entrevistador español le preguntó una vez a Luis Sepúlveda, escritor chileno de esos libros tan colegiales que ahora está radicado en España, acerca de Chile, de su ciudad natal (Santiago) de que cuando pensaba volver a éste país, a lo que él, muy zen, respondió:
“Yo nací en Chile, crecí, estudié, me exiliaron, me vine a España y me siento de acá. Soy español, porque uno es de donde se sienta más cómodo”
Quiero a Talca, pero no me enamora nada, por que me mata las pasiones el hecho de que halla tanta precariedad, tan poca visión, tan poca gracia en la forma de hacer las cosas… Talquita se va de a poco de la zona de mi alma.
Fernando Villegas / Diccionario Histérico de Chile.
Yo soy nacida y crecida en Talca. Casi 22 años recorriendo cada camino de este lugar del cual me nacen tan pocos adjetivos. Porque debo decirlo: por Talca no me nace nada, no hay forma que esta zona logre seducirme por ningún lado.
Vengo llegando del Sur y honestamente el reencuentro con esta ciudad fue bastante frustrante y ni siquiera lo digo por el calor (inenarrable) si no porque es una ciudad fea. Así de simple. Como silvestre ciudadana no veo un real interés por embellecer los lugares, sólo percibo deseos de hacer pasarelas que sólo logran un Talca en tono sepia. No hay ciclovías, no hay diversidad de buenos colegios, en las calles hay basura, el comercio es un chiste, no hay museos, la vida cultural está si no muerta en la UTI, el Terminal de buses huele a baño de Pronto Copec y el smog del que años atrás sólo oíamos como problema eterno en Santiago se instaló con todo en este territorio baldío de rincones mágicos.
¿Será que soy una malagradecida con la tierra que ha sido protagonista de mi andar?
Quizás, no lo sé, pero si sé que no he logrado echar raíces. De niña creía que sí, que aquí lo tenía todo, aunque bastó que saliera de la burbuja para darme cuenta de la realidad, que Talca no crece en calidad sino en cantidad.
Un entrevistador español le preguntó una vez a Luis Sepúlveda, escritor chileno de esos libros tan colegiales que ahora está radicado en España, acerca de Chile, de su ciudad natal (Santiago) de que cuando pensaba volver a éste país, a lo que él, muy zen, respondió:
“Yo nací en Chile, crecí, estudié, me exiliaron, me vine a España y me siento de acá. Soy español, porque uno es de donde se sienta más cómodo”
Quiero a Talca, pero no me enamora nada, por que me mata las pasiones el hecho de que halla tanta precariedad, tan poca visión, tan poca gracia en la forma de hacer las cosas… Talquita se va de a poco de la zona de mi alma.
3 comentarios:
"....crece en cantidad, no en calidad..." buena frase que pudo aplicar a otras situaciones, lugares, gentes. Nacido en Santiago, nunca pude identificarme con, por ejempo, la cueca -el bale nacional. Hay folklore mas representativo con el que puedo convivir. Donde hay cueca, o donde se genera ella en Santiago? Y..es realmente un baile nacional..ciertamente no en el Parque O¨Higgins los Dieciochos, plaza tradicional de vitrina nacionalista. Ciertamente Chile tiene deuda con su tierra, la que le da la fruta que se exporta a granel. con el cobre que elmundo entero necesita pra todo tipo de fines ., con la tierra que ha incorporado al pais en las vias de..o camino hacia...mas desarrollo en cantidad, pero talvez no en calidad, no calidad de exportacion diversa a las mencionadas... fruto de la tierra...
EL CALOR DE ESTA CIUDAD ME SOFOCA. Y MÁS AÚN, ANDO SOFOCADO Y ABURRIDO POR QUE NO HAY NADA QUE HACER. SI NO SE TIENE PLATA PARA VACACIONAR, TALCA SE TRANSFORMA EN UN GRAN ENEMIGO....ES QUE A QUIEN SE LE OCURRE ARMAR UN PUEBLO EN UN HOYO.....NO HAY DERECHO, VIVIMOS EN UN SAUNA...
Saru,
si, hay q reconocerlo
Talca no es muy lindo,
pero no lo puedes comparar con zonas q por naturaleza
son turisticas...
yapo! q estas esperando para venir?
agilicese en recolectar pesos
besos!
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