
Año 2006.
Entrar a la universidad es un salto en la vida.
Cambia todo. Desde tus hábitos diarios hasta la manera en que piensas, es por eso que el primerísimo primer día de Universidad es realmente importante.
Ingresé a la Universidad de Talca el año 2006, con la implementación de la nueva malla curricular en la que además de los cursos correspondientes a la carrera se debían realizar 11 ramos de formación fundamental (Humanistas) en dos años, tres por semestre. Y justo el primer día partíamos con ellos. Recuerdo haber llegado como pollito, sin conocer a nadie, con la idea de universidades como la de Chile en la que todos están tirados en las áreas verdes, escuchando música, con ropas llamativas, con pelos de colores….Pero en Talca resultó ser más distinta la vida académica, parece más colegio que otra cosa. Bueno, ese no es el punto.
El punto es que recuerdo perfectamente mi entrada tímida al Campus Lircay mientras observaba sin despegar mis ojos a un tipo ya mayor que leía un libro tirado en el pasto (el único) Tenía el pelo larguísimo, un poco canoso, usaba lentes y camisa morada con pantalones al tono y estaba ensimismado leyendo, sin percatarse de nada más que su inclinado libro. Al tiempo después supe que era el ponderadísimo profesor Mariano Muñoz-Hidalgo, a cargo de los ramos de formación fundamental de la sección E. Lástima, yo era la B.
Como mencionaba con anterioridad, 3 ramos de esta índole por semestre y me desligue del tema, a pesar de que todos hablaban de lo maestro que era este profesor, de su marcianos conocimientos, de su hiperactividad neuronal, de su gran-gran-gran inteligencia y su titánica creatividad.
Entrar a la universidad es un salto en la vida.
Cambia todo. Desde tus hábitos diarios hasta la manera en que piensas, es por eso que el primerísimo primer día de Universidad es realmente importante.
Ingresé a la Universidad de Talca el año 2006, con la implementación de la nueva malla curricular en la que además de los cursos correspondientes a la carrera se debían realizar 11 ramos de formación fundamental (Humanistas) en dos años, tres por semestre. Y justo el primer día partíamos con ellos. Recuerdo haber llegado como pollito, sin conocer a nadie, con la idea de universidades como la de Chile en la que todos están tirados en las áreas verdes, escuchando música, con ropas llamativas, con pelos de colores….Pero en Talca resultó ser más distinta la vida académica, parece más colegio que otra cosa. Bueno, ese no es el punto.
El punto es que recuerdo perfectamente mi entrada tímida al Campus Lircay mientras observaba sin despegar mis ojos a un tipo ya mayor que leía un libro tirado en el pasto (el único) Tenía el pelo larguísimo, un poco canoso, usaba lentes y camisa morada con pantalones al tono y estaba ensimismado leyendo, sin percatarse de nada más que su inclinado libro. Al tiempo después supe que era el ponderadísimo profesor Mariano Muñoz-Hidalgo, a cargo de los ramos de formación fundamental de la sección E. Lástima, yo era la B.
Como mencionaba con anterioridad, 3 ramos de esta índole por semestre y me desligue del tema, a pesar de que todos hablaban de lo maestro que era este profesor, de su marcianos conocimientos, de su hiperactividad neuronal, de su gran-gran-gran inteligencia y su titánica creatividad.
Año 2007.
Con ya cursados 9 de estos ramos comienzo el segundo semestre con los últimos 2 para completar los 11. Sigo fiel a mi sección aunque ahora con una gran sorpresa, mi profesor de “Ética, Valoración y Sociedad- Sección B” no es más ni menos que el famosísimo don Mariano. Al enterarme mi corazón se aceleró taquicardicamente. Es que no era para menos, iba a ser alumna de un tipo de otra estratosfera.
La espera para la anhelada clase no tardo en llegar. Era tanta la ansiedad que soñé varias veces con el señor Muñoz- Hidalgo. En mis días de clases prácticas en las clínicas odontológicas en lo único que pensaba era en este ramo humanista, que jamás mi tonta cabezota imaginó que su docente a cargo sería este admirado señor.
Y llegó el día.
¿Qué decir?. Sir Mariano Muñoz-Hidalgo es un poeta, un actor, un juglar. Parecía que estaba viendo un monólogo de un artista extranjero en un importante teatro nacional. Claro, él para situarnos en el contexto de lo que podría ser un Problema Ético (primera unidad de la asignatura) nos contó la historia de amor más desgarradora que he conocido en mi simple existencia. Con separaciones por exilios, con apasionadas y eternas cartas, fervoroso amor, triste final…Uff!! No quería irme. Quería seguir escuchándolo, observando su gran gestualidad, captando cada palabra de su universal vocabulario, llenando mi mente de sueños…
Me fui con una sonrisa que cruzaba toda mi cara.
Con ya cursados 9 de estos ramos comienzo el segundo semestre con los últimos 2 para completar los 11. Sigo fiel a mi sección aunque ahora con una gran sorpresa, mi profesor de “Ética, Valoración y Sociedad- Sección B” no es más ni menos que el famosísimo don Mariano. Al enterarme mi corazón se aceleró taquicardicamente. Es que no era para menos, iba a ser alumna de un tipo de otra estratosfera.
La espera para la anhelada clase no tardo en llegar. Era tanta la ansiedad que soñé varias veces con el señor Muñoz- Hidalgo. En mis días de clases prácticas en las clínicas odontológicas en lo único que pensaba era en este ramo humanista, que jamás mi tonta cabezota imaginó que su docente a cargo sería este admirado señor.
Y llegó el día.
¿Qué decir?. Sir Mariano Muñoz-Hidalgo es un poeta, un actor, un juglar. Parecía que estaba viendo un monólogo de un artista extranjero en un importante teatro nacional. Claro, él para situarnos en el contexto de lo que podría ser un Problema Ético (primera unidad de la asignatura) nos contó la historia de amor más desgarradora que he conocido en mi simple existencia. Con separaciones por exilios, con apasionadas y eternas cartas, fervoroso amor, triste final…Uff!! No quería irme. Quería seguir escuchándolo, observando su gran gestualidad, captando cada palabra de su universal vocabulario, llenando mi mente de sueños…
Me fui con una sonrisa que cruzaba toda mi cara.
Los docentes que por una mala pasada del destino están a cargo de los ramos que realmente en tiempos posteriores utilizaré en mi profesión son personas déspotas, adineradas, que se creen superiores. Fijones de la facha del pobre estudiante que con suerte alcanza a ponerse algo en las mañanas por el poco tiempo que nos dan para todo. Os juro que en estos dos años no me he encontrado con ningún docente de profesión dentista que sea humano. No pues, ellos son de otra casta.
Por suerte en ese mundo lleno de tiranos se puede pensar que habrá una lucecita que durante dos horas del día miércoles llenara el espíritu con verdaderas catarsis que sin duda ayudarán a sobrellevar lo ausente de emociones que están los pasillos con personas de delantal blanco.
Por suerte en ese mundo lleno de tiranos se puede pensar que habrá una lucecita que durante dos horas del día miércoles llenara el espíritu con verdaderas catarsis que sin duda ayudarán a sobrellevar lo ausente de emociones que están los pasillos con personas de delantal blanco.